En los últimos días hemos estado leyendo noticias sobre el estado del rapero estadounidense Kanye West, quien padece de trastorno bipolar, situación que lo ha llevado a seguir un tratamiento pero a la par estos meses ha vuelto a detornarse a niveles preocupantes para su familia, tras el encierro por la cuarentena.
El trastorno bipolar, antes denominado «depresión maníaca», es una enfermedad mental que causa cambios extremos en el estado de ánimo que comprenden altos emocionales (manía o hipomanía) y bajos emocionales (depresión).
Las causas son aún desconocidas pero es posible que tenga que ver con una combinación de factores genéticos y ambientales y de la alteración de las sustancias químicas y las estructuras del cerebro. Los síntomas pueden incluir exceso de energía, reducción de la necesidad de dormir y pérdida de noción de la realidad, hasta falta de energía, poca motivación y pérdida de interés en las actividades cotidianas.
Durante el episodio maníaco, el paciente se muestra eufórico, irritable, con gran energía e ideas grandilocuentes, con una capacidad de juicio pobre que le lleva a tomar decisiones arriesgadas. A veces los pacientes pueden tener episodios de manía y depresión a la vez. El trastorno bipolar puede afectar a los adultos y a los niños. Los episodios de cambios de humor duran de días a meses y también pueden estar asociados con pensamientos suicidas.
En determinados casos, el tratamiento suele ser de por vida e incluir una combinación de medicamentos y psicoterapia. El principal medicamento eutimizante es el carbonato de litio. Las sales de litio fueron aisladas en un laboratorio, por vez primera, en 1817; sin embargo, no fue hasta 1949 cuando John Cade comprobó su eficacia en pacientes afectos de manía. La FDA (Food and Drug Administration) americana aprobó, por fin, su uso médico en el año 1970. Desde entonces, el litio se considera el fármaco eutimizante de primera elección para el tratamiento de pacientes con trastorno bipolar.
El litio, un fármaco que tiene la función de regular el estado de ánimo del paciente con transtorno bipolar y, a veces, también se da a personas con depresión que no responden bien a otros fármacos. El efecto del litio puede tardar semanas o meses en notarse. La dosis se ajusta hasta que se consigue una concentración estable en la sangre. Esta dosis varía en cada persona ya que depende de la edad, el estado general de salud y los fármacos que pueda estar tomando. Es importante que un profesional de la salud este monitoreando todo el proceso y que el paciente no haga ajustes por sí mismo en la medicación.
Las personas con trastorno bipolar, tienen verdaderas dificultades para lograr una estabilidad en su ánimo y, como consecuencia de ello, en sus vidas. El estado de ánimo influye en todas las acciones y decisiones que llevamos a cabo durante el día, influye en nuestro entorno y afecta a las personas que conviven con nosotros. Las personas que padecen un trastorno afectivo (los podemos encontrar bajo diversas denominaciones: trastornos depresivos recurrentes, trastornos bipolares, trastornos maniaco-depresivos) van a sufrir las consecuencias de su inestabilidad de ánimo a lo largo de toda su vida.
Dependiendo de los estudios que consultemos, se considera que entre un 1 % y un 10 % de la población mundial puede sufrir un trastorno bipolar. Por todo ello, es fundamental que aquellas personas que sufran estos trastornos o sus familiares consulten con un psiquiatra.
Como sociedad debemos ser más abiertos y empáticos con las enfermedades mentales, sin etiquetas, sin prejuicios. Kim Kardashian utilizó sus redes sociales para llevar un mensaje que debe ser reproducido por todos, pidió respeto, compasión y empatía para con su esposo. Es muy normal escuchar los calificativos de “loco”, “desquiciado”, “esta de atar”, cuando hablamos de alguien que padece algún trastorno mental, pero así como se enferman los pulmones, el corazón o los riñones, el cerebro también padece enfermedades y es justo que lo tratemos como tal.
Si conoces a alguien que padezca alguna enfermedad mental, no lo juzgues, ayúdalo y anímalo a hablar de ello, la vergüenza hace que muchas personas sabiendo que necesita ayuda psiquiátrica no la busquen por miedo a perder su trabajo, su familia y sus amigos. Esto no es justo. Seamos ente de amor y de esperanza, todos queremos un mundo mejor, pero no acabamos de asumir, que somos el mundo, si ninguno empieza, nadie lo hará.
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