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La genética de la infidelidad

¡Hola cariposones!, hoy hablaremos de algo que te puede dejar con la boca abierta tal y como me pasó a mi al investigar sobre esto.

Y es que según un estudio realizado en Suecia en el año 2008 comprobó que la infidelidad en los hombres proviene de un gen que influye en el cerebro; y es que este es un tema polémico (y más si lo usan de excusa), cuando hablamos de infidelidad automáticamente viene a nuestra mente alguna experiencia vivida o de alguien cercano.

Lo cierto es que, según la ciencia, la infidelidad es un tema hereditario, digamos pues, un tema genético.

La universidad de Queensland fue el escenario de dicho estudio, en el que participaron unas mil personas heterosexuales durante un período de cinco años, de las cuales 550 eran gemelos y que confesaron en test psicológicos si se sentían felices, cómo era su convivencia, si reían o besaban a menudo y sobre el futuro de su relación.

La investigación revela que esto se debe a la mutación de una hormona llamado vasopresina (conocida por ser una hormona antidiurética que también actúa en el comportamiento de las personas, la conducta y los vínculos sexuales) y, que las personas que noson proclives a la monogamia carecen de éste

Pero no tan rápido mis estimados, a pesar de las evidencias de una posible relación genética, se consideró que factores sociales, relacionados a la personalidad o la atracción por situaciones peligrosas, ejercen una mayor influencia.  La cultura, la religión y el origen familiar determinan también la actitud hacia la fidelidad, también impactan mucho en las decisiones personales.

Sin embargo, los resultados concluyentes indican que dos de cada cinco varones tienen esta variación genética, lo cual influye también en que existan problemas de convivencia en el matrimonio.  

El gen fue llamado alelo 334 que gestiona la vasopresina, una hormona que se reproduce naturalmente, por ejemplo, con los orgasmos. Se afirmó que esta tiene influencia en la capacidad de compromiso de los varones, según investigadores del Instituto Karolinska de la universidad, quienes estudiaron la presencia de esta variante genética y la calidad de las relaciones de 552 varones suecos con sus parejas.

Las parejas casadas con hombres que poseen una o dos copias del gen, se mostraron mas infelices y con sensación de inestabilidad que las casadas con hombres sin ningún rastro del gen. El estudio también demostró que este gen desempeña un papel mucho más notorio en el cerebro de los hombres que en el de las mujeres, por lo que la investigación se centró más en el género masculino.

Además, se reveló que la infidelidad y la promiscuidad están ligadas con la mutación del gen DRD4, vinculado con el receptor de dopamina D4. Las personas con cierta modificación del gen DRD4 fueron mucho más propensas a las relaciones promiscuas, el sexo de una noche y el adulterio.

Y esto no es mas que una discapacidad de acciones afectivas que no limitan o condicionan el éxito de una pareja, pero sí tiene mayor probabilidad de vivir episodios de infidelidad. Con este estudio, se buscó tener a futuro una ayuda en la investigación de patologías caracterizadas por presentar dificultades en las relaciones sociales como el autismo o la fobia social.

Definiendo un poco la infidelidad desde la ética budista, ésta es producto de la ignorancia, la necedad, la insatisfacción y el deseo de eliminarla, que conllevan a la avaricia. Este deseo sexual vehemente es combatido con la práctica de la Óctuple senda (vía que lleva al cese de dukkha. Este cese del sufrimiento se conoce como nirvana).

Según la ley de causa y efecto del karma en el engaño indica que se hace más daño así mismo el infiel que al engañado. Desde una perspectiva energética, padecer una infidelidad, en cualquier lado de la relación, puede deberse a que se paga una deuda kármica.

Para Freud, la bigamia o la infidelidad estarían justificadas en el hombre por la existencia de dos corrientes, una tierna y la otra sensual, que conformarían el deseo y el amor en la etapa edípica, y se reproducirían después de transitada la infancia y de acuerdo a las experiencias vividas en ella: a mayor prohibición.

Ustedes ¿qué piensan?

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