Cariposa RD

Interesante

Depresión, ansiedad, salud mental

Hola cariposos, luego de unas semanas regreso para hablar de algo que afecta a muchas personas y no tiene clasificación alguna…la salud mental.

Hemos hablado previamente sobre la ansiedad y sus efectos en el cerebro, pero ¿sabes reconocer cuando alguien padece de uno de estos trastornos o si de hecho, eres tú uno de ellos?

Aquí algunas características que te ayudarán a identificar si tu salud mental está en riesgo:

Aprendiste a llorar en silencio, te sueles guardar los sentimientos, eres una persona insegura, te han criticado por ser quien eres, sueles sentirte incómodo si hay mucha gente a tu alrededor o eres el centro de atención, sientes que nadie te comprende, te sientes solo, no tienes ganas de nada, duermes pero sientes que no descansas y te sentiste ignorada cuando más necesitabas. Ese es el momento de buscar ayuda y canalizar todas esas emociones negativas.

En el caso de la ansiedad, puedes identificarlo cuando tienes una emoción fuerte (especialmente negativa) como enfado o miedo, sientes que te paralizas y tu respiración se dificulta y te sientes agitado. Esto es natural porque tu cuerpo siente una sensación de amenaza y se pone en modo supervivencia. Aunque en un 99% no suele ser de gravedad, la sensación de angustia que se le añade al caldo, es bastante incómoda y puedes contrarrestarla con ejercicios de respiración donde exhales más que lo que inhales. Por cada 4 segundos que inhales, retén por 7 segundos y exhala por unos 8 segundos y siente que sacas todo desde dentro.

Con mi mariposa y mi cariñito me ha funcionado bastante bien desde pequeñitos cuando, sentían algún dolor, tomaba sus caritas entre mis manos y les decía con la calma que podía «tranquil@, respira, inhala y exhala despacio»… en unos segundos ya estaban calmados.

El día a día de una persona con depresión es sentirse culpable por todo cada segundo, suelen dar apoyo y ofrecer ayuda a los demás aunque se estén muriendo por dentro, se sienten muy solos aún estando en compañía, padecen de cambios constantes de humor sin explicación ni razón aparente, se vuelven asociales, viven en un mundo ficticio tratando de escapar de su realidad, pierden el enfoque de lo que pasa a su alrededor, falta de concentración, evitan llorar frente a los demás, son buenos ocultando sus sentimientos, comes mucho o muy poco, te sientes cansado o falta de energía, no sientes gusto en hacer nada, duermes mas de lo normal, te cuesta hacer actividades que antes eran sencillas, te sientes fracasado, has considerado lastimarte o que quizá fuera mejor si no estuvieras… es hora de buscar ayuda.

Lo peor de todo esto, es que al no expresar o reconocer lo que les está sucediendo, la interacción con la familia y amigos suele tornarse compleja, es importante no juzgar, no cuestionar y tratar de entender que esa persona puede estar luchando con sus demonios internos y que muchas veces ni siquiera entiende el porqué se siente de tal o cual manera.

Si identificas a alguien con varias de estas características, no le hagas preguntas, no lo acorrales, solo dile que no está solo y ofrece tu ayuda sincera, empatía con el agobio y la confusión que siente y dale seguimiento.

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