Ayudar a otros es muy importante para construir una sociedad mejor y más justa, lo que muchos no saben, es que es muy beneficioso para la salud.
Según un estudio realizado por Tristen Inagaki (Ph.D de la Universidad de Pittsburgh) y Naomi Eisenberger (Ph.D de la Universidad de California, Los Ángeles), el estrés y la depresión podrían verse disminuidas en las personas que practican la solidaridad y la ayuda al prójimo.
Por otro lado, el profesor de la Santa Clara University, Thomas Plante, realizó una investigación, sobre estudiantes que participaban de actividades de ayuda durante sus vacaciones. Estos estudiantes aumentaron sus niveles de resistencia al estrés, luego de haber compartido con personas más pobres y necesitadas además aumentaron sus niveles de compasión, empatía, y solidaridad en sus relaciones sociales.
Esto aplica también en niños y adultos mayores. Los mayores de 50 años tienen mucho menor probabilidad de sufrir problemas de alta presión arterial y, con esto evitar enfermedades coronarias, infartos cerebrales y muerte prematura, según la investigación realizada por la Universidad Carnegie Mellon, en Pittsburgh.
En el caso de los más pequeños, suelen mostrarse más felices dando regalos a otras personas, en lugar de recibirlos, esto lo hemos visto, los que tenemos oportunidad de ser padres, en nuestros propios hijos, que siempre están compartiendo sus cosas con nosotros, y no solo los bebés, también los niños mayorcitos que ya tienen bien cimentado el sentido de pertenencia. Esto además está avalado por un estudio realizado por la profesora Lara Aknin, de la Universidad de British Columbia.
En nuestro hogar, tenemos por costumbre recoger todos los años los juguetes y la ropa que ya no necesitamos o queremos, lo donamos a las iglesias o directamente a personas que sabemos les va a beneficiar. Es algo que nos gusta mucho, siempre, en lo personal, soy muy dada a ayudar y realmente no sabía de estos estudios antes de empezar con el artículo… si se siente bien.
Estos tiempos ameritan mucha empatía, amor al prójimo, menos quejas y más apoyo. Que tú, que yo, estemos bien en nuestras casas no significa que el otro lo esté pasando de maravilla. A veces hasta con solo llamar a alguien y preguntarle cómo está, hace la diferencia.
Ahora que sabes de estos estudios y de la importancia que tiene en nuestra salud, ¿a quién piensas ayudar?
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