A lo largo de nuestra vida nos topamos con una gran cantidad de libros que nos recomiendan leer desde el colegio hasta en la vida misma. Los hay de superación, novelas fantásticas, cuentos, historietas y un sin fin de contenido.
En el mundo actual, todo ligado a la red, ha llevado a distintas empresas o personas a subir los libros al mundo virtual y a través de una pantalla presentarte los fabulosos relatos que son dignos de leer una y otra vez.
Soy amante de la lectura y me encantan muchos libros, sin embargo, les dejo mis ocho favoritos de todos los tiempos. A ver si en el camino encuentro algún otro que me guste tanto como estos.
El Arte de la Guerra, de Sun Tzu, considerado el mejor libro de estrategia de todos los tiempos. Inspiró a Napoleón, Maquiavelo, Mao Tse Tung y muchas más figuras históricas. Este libro de 2,500 años de antigüedad es uno de los más importantes textos clásicos chinos, de esos cuyo tiempo transcurrido no es significativo pues ninguna de sus máximas resulta anticuada y al sol de hoy sus consejos siguen siendo útiles.
Dios vuelve en una Harley, de Joan Brady, un libro que deja grandes enseñanzas independientemente del enfoque en el que se desarrolla la historia, es imposible no leerlo sin notar que muchas de esas cosas que lees, la aplicas en tu vida o sientes que sería una solución aplicarlas. Su tratado básico es que el camino hacia la felicidad empieza y acaba en nosotros mismos.
Dos Niñas Vestidas de Azul, de Mary Higgins Clark, para los amantes del suspenso, este libro es un relato magnético que profundiza en el fenómeno de la comunicación telepática entre gemelos, una historia que atrapa a través de los sentimientos y sensaciones de ansiedad que te puede provocar vivir una situación como la que nos presenta.
Crónica de una Muerte Anunciada, de Gabriel García Márquez, cada uno de sus libros tiene esa magia de enganche difícil de explicar, pero lo que me pasó con este libro, con pocos me ha pasado… lo leo y lo vuelvo a leer con el mismo entusiasmo de la primera vez, como si no conociera la historia de Santiago Nasar y los hermanos Vicario.
El Retrato de Dorian Gray, de Oscar Wilde, una novela sencillamente cautivadora, nos deja en claro las superficialidades de la vida cotidiana y lo mucho que nos enfocamos en el exterior sin darle importancia a nuestra esencia como seres humanos, ¿De qué te vale verte genial por fuera, si tu alma está condenada?
El Diario de Ana Frank, de Anna Frank, las fuertes escrituras repartidas en tres cuadernillos personales escritos por Ana Frank entre el 12 de junio de 1942 y el 1 de agosto de 1944. La cruda realidad en los relatos de una niña judía que junto a su familia y otras personas que huyendo de los nazis se ven obligadas a vivir hacinadas por dos años Ámsterdam durante la Segunda Guerra Mundial hasta que fue descubierta. Mientras tanto, adolescente al fin, Ana se dejaba llevar de su inocencia y creatividad típica de la edad y deja fluir lápiz y papel contando su día a día sin imaginar lo que vendría y lo que supondría todo eso que escribía en su momento.
Hamlet, de Shakespeare, mucho se habla de Romeo y Julieta por el trágico romance que cuenta, pero Hamlet es mi obra favorita de Shakespeare, es tragedia, es locura, es venganza, es estrategia, temor y dolor. Definitivamente una obra genial.
La Ilíada, de Homero, la fascinante historia que no cuenta la Guerra de Troya completa, sino que se centra en su último año; su foco de atención son las emociones del héroe, Aquiles. La caída de Troya todo lo que sucedió, se narra mediante los actos que generan la ira, el orgullo, el impulso de desagravio, el amor y la compasión de uno de los guerreros más conocidos de la historia.
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