Cariposa RD

Reflexiones

Cuando te cortan las alas…

¿Alguna vez has sentido que has puesto empeño, esfuerzo, tiempo y dedicación en algún proyecto profesional o personal y que, en lugar de ver resultados, ves como te cortan las alas y no te permiten desarrollarlo (sea persona, situación, entorno, etc.)?

Particularmente, cuando lo he vivido, la sensación de desgano y tristeza me invade y me resulta difícil digerirlo hasta pasado un buen par de horas e inclusive un día completo.

Quieres darlo todo, juras que te la estás comiendo y de repente te detienen de golpe y todo se estanca y, es como si ese momento se congelara y empezaras a escuchar un sonido ensordecedor que te abruma y te nubla porque cambia toda la dinámica y todo lo que tenías concebido en tu cabeza, pasa de largo.

Teniendo en cuenta que no todos pensamos igual, puede que no tengas la verdad absoluta o la razón, pero al menos en el proceso de coordinación lo tenias claro en tu mente… lo podías visualizar y es donde te preguntas si no fuiste capaz de comunicarlo correctamente o, simplemente lo que a ti te parecía genial, a la otra persona desde su perspectiva, no lo era.

Sea cual sea el caso el bajón de nota que esto acarrea es algo molesto con lo que debemos aprender a lidiar porque no siempre podremos ponerle un alto o esquivarlo, como por ejemplo un gran proyecto laboral que desarrollas y al final no lo aprueban porque “no es el momento”, “es mucho presupuesto” y cosas por el estilo

Aunque psicológicamente se entiende que es falta de asertividad, no en todos los casos aplica, pueden decir que nos cuesta pedir lo que necesitamos o lo que queremos resulta contraproducente en el caso laboral donde tienes un requerimiento a ejecutar y entonces planificas y presupuestas lo que necesitas para lograr ese objetivo pero, el golpe seco de un NO cuando lo presentas y te lo justifican con cosas que ni al caso… no hay forma de ser asertivo, pues ambas partes conocen la necesidad y la acción a ejecutar.

Es mucho más fácil cuando se trata de relaciones personales, donde tú trazas tus pautas y sabes hasta donde llegas cuando quieres o necesitas algo.

Simplemente toca respirar, alimentar el alma y seguir mirando hacia adelante sabiendo que hiciste tu parte.

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