Hoy día es muy común escuchar hablar de Fashion Week y reconocemos a grandes figuras de la alta costura y de las grandes pasarelas. Siendo completamente honestas, de niña soñaba con ser una exitosa modelo y caminar por estas plataformas llenas de glamour y vistosidad…
El inicio de este tipo de actividades data de finales del siglo XIX, cuando Charles Frederick Worth, conocido hoy día como el padre de la alta costura (Haute Couture) y reconocido modisto de la época, decidió renovar la forma de presentarle a sus clientes los atuendos que había confeccionado para ellos con modelos de carne y hueso diferenciándose de todos los que se dedicaban al mismo oficio y que los mostraban a través de maniquíes.
En principio, los desfiles se realizaban en pequeños salones o en las propias casas de las Haute Couture teniendo por espectadores a los clientes más asiduos de las firmas, así poco a poco estos eventos fueron alcanzando popularidad y convirtiéndose en la plataforma para que las casas de diseño acercaran sus creaciones y nuevas colecciones a clientes potenciales generando toda una experiencia visual y sensorial, que además era acompañado por música y decoraciones.
Con esto nacen las pasarelas como un espectáculo de glamour y diseño, en donde las modelos eran las protagonistas que le daban vida a esas colecciones.
El diseñador parisino Paul Poiret fue el primero en realizar una presentación de su colección de verano exclusivamente para la prensa en 1910, mientras la aristócrata y diseñadora británica Lady Duff Gordon, bajo el nombre Lucile, organizaba eventos de gran inspiración teatral para presentar sus colecciones en sus tiendas, lo cual lleva a la consolidación de los desfiles de moda en los años 20, con figuras como Jane Paquin, Doucet, Poiret y Chanel, convirtiendo a París en la capital de la moda. Previamente las presentaciones de las colecciones se realizaban en un lugar fijo como el Carrousel du Louvre, en París.
Todo el movimiento de la industria de la moda mermó a causa de la Segunda Guerra Mundial, sin embargo, Eleanor Lambert impulsó la fundación Press Week en 1943 levantando nuevamente el interés por la moda con el evento llamado Semana Editorial, realizado en Nueva York, para que los diseñadores americanos mostraran sus colecciones y así distraerlos junto a los expertos de la moda, mientras no se podía viajar a París.
Al evento podía asistir la prensa especializada. En su primera edición accedieron solo 53 editores de moda, (actualmente más de 150) y es aquí donde nació lo que hasta ahora conocemos como la Semana de la Moda.
Es aquí donde diseñadores reconocidos como Dior, Yves Saint Laurent y Givenchy se presentaban. Es por esta razón por la que alrededor de la década de los setenta, ochenta y noventa, estas ciudades comenzaron a organizar oficialmente las semanas de la moda.
Actualmente, las grandes firmas alquilan espacios como aeropuertos o casinos, para darle un toque auténtico a sus pasarelas.
Sobre Worth: llegó a París tras 7 años de estudios en Londres. En 1858 fundó junto a su socio Boberg su propia casa de moda en La Rue de la Paix, de la cual en 1871 toma la dirección absoluta. Fue el primer diseñador en firmar cada una de sus creaciones como si se trataran de piezas de arte. También fue el precursor de lo que hoy conocemos como “Fashion Week”, ya que una vez al año mostraba su colección con la intención de aumentar las ventas. Y por si fuera poco, fue el primero en imponer sus propios diseños.
Worth contribuyó al nacimiento de la creación de la Chambre Syndicale en 1868, para la confección y costura de señoras y jovencitas. Esta asociación profesional fue fundada con el objetivo de contribuir a desarrollar la industria de la moda en Francia. Todavía hoy vigila la utilización de la etiqueta Haute Couture que sólo pueden utilizar sus miembros.
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