Esta última entrega de Los Vengadores no sólo ha supuesto el final de la conocida como Saga del Infinito del Universo Marvel, sino también ha abierto casi infinitas puertas para las próximas historias que Marvel y Disney tienen entretelones.
A mi entender, la película es eterna en drama, justificando la salida de grandes personajes de la saga, mientras lo que movía a la gente (la gran batalla), parecía más bien un juego burdo de futbol americano y así darle unos cuantos segundos de fama a la cantidad de personajes centrales que estaban participando…
Recordemos a Hawkeye (Jeremy Renner) saliendo con el guantelete, Black Panther (Chadwic Boseman) se lo pide, luego se lo pasa a Spiderman (Tom Holland), este a su vez a Capitan Marvel (Brie Larson), después Valkiria (Tessa Thompson) y Pepper Potts (Gwyneth Paltrow)…la mayoría de esos actores ahí cumplieron su cuota dentro del filme con esa escena…
De lo que me gustó, puedo citar el momento en que Scarlett Witch (Elizabeth Olsen), pelea contra Thanos (Josh Brolin), fue genial y de buen protagonismo para una superheroína secundaria. El momento épico es cuando el Capitán América (Chris Evans) levanta el mjolnir y tal cual la profecía de Odín (Anthony Hopkins), padre de Thor (Chris Hemsworth), quien sea digno de llevar el martillo, también portará su fuerza. Lo que nos demuestra que Steve Rogers, solo fue bonachón y prudente con Thor en aquella escena de La Era de Ultrón, muy afín a su respetuosa e intachable actitud.
Ahora bien, ¿por qué ridiculizar a Thor durante las tres horas del filme?, después de su viaje en el tiempo y la conversación que tuvo con su madre (Rene Russo), ya era prudente un cambio de actitud en él, pero nos quedamos esperando.
Con Hulk (Mark Ruffalo) hicieron lo mismo en su afán chavacano de explotar la fórmula chistosa que les ha funcionado, pero exageraron demasiado en una historia que esperabamos fuera intensa en tristeza y acción. Lo demás, solo relleno…
La movida de Steve dejarle el escudo de Capitán a Sam Wilson -Falcon (Anthony Mackie), adelantando a lo políticamente correcto del exmilitar intachable y de color, dando un paso agigantado a la historia original donde Bucky Barnes (Sebastian Stan), es quien toma el puesto, me pareció demasiado correcto, mirémoslo otra vez ambientado a estos tiempos «el exmilitar de color frente al exterrorista), tiene sentido ser «correcto», desde mi punto de vista no, por dos razones:
La primera ver al Winter Soldier luchar con sus demonios internos tratando de ser correcto y firma como Rogers su amigo de infancia era una oportunidad deliciosa de jugar con la oscuridad de un personaje tan rico como Bucky y encima aprovechar al actor que lo interpreta… y por otro lado, ¿me desarrollas tanto al personaje de Bucky, siendo la cabeza de la segunda entrega de Capitán América The Winter Soldier y siendo en la tercera entrega, el punto de fricción entre Tony Stark (Robert Downey Jr.) y Steve Rogers, darle la escena postcrédito en Black Panther, ser el primero en desaparecer con el chasquido de Thanos, para hacerlo luego un segundón?
Dejemos de lado la escena insufrible de Hawkeye y Blackwidow (Scarlett Johansson), recuerdo que alguien en el cine gritó «Ah bueno ahora están peleando para ver quien se mata», mejor dicho imposible.
Siento que me quedó a deber, pero me sincero y les confieso que aún se me hace un nudo en la garganta con el #iloveyou3000
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